¿A qué edad puedo usar un vibrador? ¿Debería comprarle un juguete a mi hija? Son algunas preguntas que surgen entre adolescentes y sus papás, cuando llega el día que ya no son tan peques y la pubertad empieza a tocar la puerta.
Partamos del hecho de que el sexo; y con ello, esas sensaciones físicas que nos gustan tanto son una necesidad fisiológica, No son un antojo. Biológicamente los seres humanos necesitamos de “eso” que sienten nuestros genitales; la piel y a veces pareciera, cada parte de nosotros.
Es un hecho que el instinto natural nos lleva a buscar ese placer sí o sí; lo haremos siempre, solo se trata de cuándo será el momento de empezar.
La fiesta de sustancias químicas dentro del cuerpo inicia con la pubertad. Las niñas inician sus cambios hormonales aproximadamente entre los 8 y los 11 años, mientras que los chavos inician uno o dos años más tarde. Ninguna persona es igual a otra, así que a cada uno nos pega de manera distinta, pero todos pasaremos por ese proceso de cambio, donde dejamos de ser niños.
Cuando las hormonas están haciendo su trabajo; o sea, alterándolo todo, principalmente los órganos sexuales, niños y niñas (ellas primero) notan sus cambios físicos y casi siempre por accidente, descubren sensaciones agradables en ciertas partes de su cuerpo que se convertirán en el placer sexual del que todos disfrutamos y necesitamos en la vida.
Con la pubertad entonces, llega en algún momento la masturbación, que no es sólo normal, sino que también es necesaria y sana. Primero que nada, estás conociendo tu cuerpo. Si no lo conoces, no lo puedes cuidar, ni disfrutar, ni proteger.
Cuando ya descubrimos ese placer, digamos que vamos incrementando la frecuencia de tocarnos y explorar. Los varones la tienen fácil porque siempre “se pueden echar una manita”, mientras que las niñas a veces llegan a usar las cosas más raras para frotarse; y por supuesto, no está padre usar un vegetal, un cepillo dental, o cualquier cosa que puede parecer útil. Las consecuencias de usar esos objetos son obvias, pero desafortunadamente aún cuesta trabajo hablar abiertamente de la masturbación a la edad que corresponde, y con ello, se expone a las niñas a accidentes por desconocimiento o vergüenza. Si eres la adolescente (o si eres la mamá de ella); por ejemplo, te preguntas si tener un vibrador es buena idea. ¿y si me lastima? ¿y si es tan bueno que no lo quiero dejar? ¿y si después no me gusta el sexo? ¿y si me juzgan? puras leyendas urbanas, mitos que no se han corregido por falta de comunicación objetiva, de investigación.
Un sex toy, juguete sexual o vibrador, está diseñado especialmente para esa función: dar placer sin lastimar, cuidando la piel y todo lo que tocan. Sus materiales son tan seguros que son los mismos que se usan en los quirófanos, su higiene es súper sencilla y duran muchísimo tiempo. Si el clítoris está ahí para dar placer, ¿no te parece entonces que vale la pena elegir con qué objeto vas a explorarte? claro, además de las manos, y sin riesgo de contraer alguna enfermedad.
Si sabemos que esas hormonas alocadas nos empujarán a iniciar la vida sexual, y con ello, la posibilidad de un embarazo a temprana edad, entonces estamos de acuerdo que la masturbación es, además, una manera natural y sana, de retrasar la práctica del sexo. Así las niñas quizá no tengan que llegar al coito a los 13 o 16 años, pero sí tendrán la oportunidad de conocer su cuerpo, quererse y cuidarse discretamente, disfrutando de su sexualidad solas, sin riesgos ni prejuicios.
Si eres mamá y tú misma regalas un juguete a tu hija, le estás mostrando la diferencia entre… “está bien, ve y mastúrbate” Y … “tu sexualidad es importante y mereces el placer, así que ésta es una herramienta para que lo descubras de manera sana y segura”. Es decir, cuando una adolescente tiene un vibrador, se empodera.
Parece increíble que hoy día muchos chicos todavía no aceptan muy bien que las chicas usen un vibrador. Aún hay millennials que parecen “celosos” de un sex toy, y lo pueden ver como un rival, pensando primero en el placer propio, y no tanto en el de su chica. Por eso, cuando una adolescente se explora; se conoce y se valora, sabrá lo que quiere, lo que No quiere, lo que necesita y cuándo. Buscará un compañero que se interese también en su placer y en su seguridad. Al normalizarse el tema, los chicos aprenderán que ellas tienen derecho a disfrutar tanto como ellos.
Después de todo, los juguetes sexuales o vibradores son herramientas que ayudan a ambas partes a disfrutar más del sexo. Están hechos para todos y solo descubrirás sus maravillas si los usas, pero es un hecho que jamás van a sustituir la verdadera relación sexual, la adrenalina y el erotismo de compartirlo con tu pareja y más aún, incluyendo accesorios y juguetes para los dos.
#SienteLoQueQuieres