¿Adicción a mi vibrador?

En el momento que estamos experimentando algo que nos gusta, nuestro cerebro libera entre otras, la hormona llamada Dopamina, misma que nos hace sentir muy contentos, así que se “registra” como algo que queremos repetir.

Llámese comer un chocolate, ver a alguien que nos gusta, tomar ese vino o volver a subir a ese juego mecánico.

Ese registro también se adelanta si sabemos que iremos al parque de diversiones, que compraremos ese chocolate o beberemos el vino con nuestros amigos, la dopamina sube o bien baja si al final el plan cambia.

 Los humanos siempre queremos más de aquello que nos gusta, nos hace sentir felices y nos mantiene de buen humor. El mismo criterio puedes aplicarlo a tu dildo. El ser humano quiere recibir más recompensas de esas y entonces puedes considerar una adicción al placer sexual, sobre todo cuando lo tenemos tan al alcance como con un juguete erótico.

Imagina entonces, si la vulva y el clítoris responden al calor, vibración o presión, evidentemente un vibrador o succionador le darán con un mínimo esfuerzo y facilidad, sensaciones tan fuertes que querrás repetir. Van directamente a esos nervios que envían al cerebro el mensaje de satisfacción. Ese estímulo, aunado a factores externos como estrés, expectativa, ambiente, etc., te llevan a experimentar el orgasmo.

¿Un juguete entonces es adictivo?

Claro que no. Un juguete erótico es igual que un teléfono celular, un videojuego o el helado de chocolate. No son en realidad adictivos. 6Los juguetes son apoyos que enriquecen tu actividad sexual, sea a solas o en pareja, son complementos.

 ¿Cuándo puedo considerarlo un juguete erótico adictivo?

Es invasivo si te impide realizar tus actividades regulares; trabajar, estudiar, socializar. Si en tus días libres invariablemente acudes al Sex Shop,  si has dejado tu rutina diaria por usar el vibrador, si no quieres reunirte con otras personas para solo vivir con el succionador en mano o prefieres reemplazar completamente el sexo con una persona porque el vibrador lo hace todo. Así como necesitas de tu celular para estar al día en las redes sociales, sin darte cuenta podrías estar dedicándole “muchas horas”. Será más difícil desengancharte de tu juguete si en tus relaciones hay falta de comunicación. Si no te atreves a decirle a tu pareja lo que te gusta y lo que no. 

¿Dejará de gustarme en algún momento?

Cuando ese estímulo es demasiado frecuente o intenso, nuestro cuerpo desarrolla la capacidad de “adaptarse” a él, por lo que es necesaria una pausa para volver a sensibilizarnos. Ocurre por ejemplo con un aroma, que por muy rico que nos parezca, llegará un momento que no lo percibimos más, hasta que nos “descontaminamos” por un rato para volver a sentirlo después. ¿Te ha pasado? O con un alimento que nos encanta y lo comemos diario hasta que necesitamos dejarlo unos días para saborearlo nuevamente después. La sensación con un juguete erótico que empezaste usando a nivel 2 y que ahora subes a 10 para disfrutarlo es otro ejemplo. Si lo dejas de usar unos días, iniciarás nuevamente con niveles bajos que serán suficientes para darte placer. El umbral de respuesta del organismo se adapta. Si ha subido mucho, tú lo puedes volver a bajar. 

 ¿Qué hago para no engancharme?

Solo debes estar consciente de la razón de su uso.  Si lo usas en pareja, mantener una buena comunicación, hablar de los gustos y deseos de cada uno y no olvidar que los juguetes son compañeros que no llenan vacíos, sino que son herramientas fabulosas que les ayudan a disfrutar más de su sexualidad.

Si acaso crees que ya estás enganchado, identificar el momento es clave. Entonces la sugerencia es cambiar por otro producto,  por recurrir a la fantasía, a relatos eróticos o las propias manos, una forma diferente de placer lo resolverá, además de que te servirá para conocerte y conocer todos esos elementos que funcionan bien en tu vida sexual.

Una vez que te hayas “desintoxicado”, volverás a disfrutar de tu vibrador o succionador como siempre, al igual que dejamos de lado los carbohidratos por unos días, para luego volver a saborearlos como siempre. 

#SienteLoQueQuieres

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